GLAUCOMA

El glaucoma es en la actualidad la primera causa de ceguera irreversible en el mundo. Es una enfermedad ocular silenciosa que se caracteriza por el daño progresivo al nervio óptico causando la pérdida gradual del campo visual hasta llegar a la ceguera. El principal factor de riesgo para glaucoma es el aumento de la presión intraocular (hipertensión ocular). Otros factores de riesgo son el tener familiares con glaucoma (herencia), la edad mayor de 60 años, la diabe-tes, la raza latina o afrodescendiente, la miopía o hipermetropía altas, o aque-llas personas que usan de manera prolongada tratamientos con corticoeste-roides tópicos o sistémicos.

El glaucoma generalmente no presenta síntomas y en la mayoría de los casos afecta primero el campo de visión periférico, por lo que los cambios en la visión no son advertidos inicialmente por los pacientes, sin embargo, con el tiempo la visión central también será dañada, afectando mucho la calidad de vida.

El glaucoma no tiene cura en la actualidad, pero sin importar la etapa en la que se encuentre la enfermedad, los pacientes pueden recibir tratamiento con go-tas, láser o cirugía para evitar que la enfermedad avance y llegue a la ceguera total. En la actualidad existen métodos modernos de tratamiento que permi-ten mantener la presión intraocular controlada sin afectar la calidad de vida de los pacientes.

La detección temprana de glaucoma es muy importante, por ello se recomienda que la evaluación oftalmológica anual incluya la toma de la presión intraocular y la evaluación del nervio óptico, así poder hacer un diagnóstico temprano e instaurar un tratamiento oportuno.

PROCEDIMIENTOS

Iridotomía con láser

La iridotomía con láser se recomienda para el tratamiento de las personas con glaucoma de ángulo cerrado y para quienes tienen un ángulo de drenaje muy estrecho. Durante esta cirugía, un láser crea un pequeño agujero del tamaño de la cabeza de un alfiler a través de la parte superior del iris para mejorar el flujo del humor acuoso hacia el ángulo de drenaje. Iridectomía

Cuando una iridotomía con láser no puede detener un ataque de glaucoma de ángulo cerrado, o por alguna otra razón no es posible ser realizada, se puede llevar a cabo una iridectomía periférica. Una pequeña parte del iris es removida, permitiendo que el fluido tenga acceso de nuevo al ángulo de drenaje. Trabeculoplastía con láser

Se usa a menudo para tratar el glaucoma de ángulo abierto. Hay dos tipos de cirugía: trabeculoplastia con láser de argón y trabeculoplastia selectiva con láser.

La trabeculoplastia con láser también puede ser utilizada como una pri-mera línea de tratamiento para los pacientes que no están dispuestos o no pueden usar gotas para el glaucoma. Trabeculect

Se hace una solapa en la esclera del ojo. Por otro lado, se crea una ampolla de filtración, o depósito, debajo de la conjuntiva. Una vez creada, la am-polla parece un pequeño abultamiento en la parte blanca del ojo arriba del iris, generalmente cubierto por el párpado superior.

El humor acuoso puede drenar de nuevo a través de la solapa hecha en la esclerótica y acumularse en la ampolla, donde el líquido es absorbido por los vasos sanguíneos alrededor de los ojos. Durante la cirugía, la solapa escleral se cierra con puntos diminutos.

Algunos de estos puntos pueden ser removidos después de la cirugía para aumentar el drenaje. Medicamentos para reducir las cicatrices son utiliza-dos a menudo durante y después de la cirugía. La presión del ojo está efectivamente controlada en tres de cada cuatro personas que tienen una trabeculectomía. Aunque regularmente las visitas de seguimiento con su médico siguen siendo necesarias, muchos pacientes no necesitan continuar usando gotas para los ojos. Si el nuevo canal de drenaje se cierra o demasiado líquido comienza a drenar del ojo, puede ser necesaria una cirugía adicional.